CANTÓ LA GLORIA EL ÁNGEL. LOS PASTORES
dejaron su ganado en el otero
y fueron tras el albo mensajero
a buscar el portal de los amores.
Luego, rudo perfil en los alcores,
con luz de luna en el colmillo fiero,
llegó el terrible lobo carnicero,
y el vellón se hizo oleaje de temblores.
Cantó la gloria el ángel. Regresaron
al aprisco los hombres en parejas
con temor del rebaño que olvidaron.
Y, sombra entre blancura de guedejas,
manso y humilde como perro, hallaron
al lobo, que cuidaba las ovejas.
AFA.
¡Hasta mañana!...