Sin saber que haya sucedido ayer en Boston debido a que, el miércoles por la tarde estábamos redactando este espacio, las Finales de la NBA se trasladaron al TD Garden casa de los Celtics con la serie empatada a un juego e independientemente de lo ocurrido en el tercer partido, hay una sensación única para los aficionados de los actuales campeones de la Conferencia del Este ya que han pasado 12 años desde que tomaron una situación similar y 14 desde que ganaron una y aunque ese no es un período seco prolongado para las tres cuartas partes de la liga, en Boston, la gente tiene sed.
Así que aquí es donde cambia la serie para los dos juegos en Massachusetts, en un edificio sostenido por pancartas donde los Warriors han ganado al menos un juego fuera de casa en 26 series consecutivas de postemporada mientras que los Celtics, después de un tropiezo en el juego dos, han perdido juegos consecutivos solo una vez desde mediados de enero, y eso llegó en un tercer juego en cuatro noches en el mes de marzo.
Algo debe ceder entonces porque hace décadas, cuando los Toros de Chicago estaban de moda en junio, Dennis Rodman atrapó rebotes y jugó una defensa estricta y también hizo algo más que no calificó estadísticamente ya que era un experto en el arte de la molestia y haría algo astutamente siniestro, un golpe en las costillas, tal vez hacer tropezar a alguien, correr la boca o simplemente presionar un botón, para sacar a alguien de su juego.
Y ahora aquí está Draymond Green trayendo una maestría en distracción, tratando de meterse debajo de la piel de alguien como un tatuaje porque en estas Finales, lo está haciendo con una defensa inteligente, cambios, posicionamiento del cuerpo y tiros disputados que es algo digno de contemplar y subraya lo bueno que es Draymond en su oficio, pero también están los extras, el trabajo de los árbitros y el intercambio de una o dos palabras con varios Celtics, que dan una imagen completa.
Pero los que marcan las faltas no están dispuestos a darle una segunda técnica y una expulsión automática porque dos veces en esta postemporada, mientras llevaba una técnica, Green tuvo un breve intercambio verbal con un jugador, que normalmente atrae una doble técnica inofensiva, sin embargo, al darse cuenta de que Green ya tenía una, los árbitros en cada caso, una vez en las finales del Oeste, luego nuevamente en el juego 2 de las Finales de la NBA, se negaron a tomar esa decisión.
Es una línea muy fina sobre la que se mueve Green, sabiendo que los árbitros no están dispuestos a impactar potencialmente el resultado de un juego en la ronda de campeonato con una expulsión o al menos, por supuesto, que Green le dé una patada a alguien en la ingle, lo cual no está dispuesto a volver a hacer así que eso es algo para estudiar el resto de esta serie porque el escolta de los Warriors, tiene autorización para jugar el juego físico y mental, con los árbitros y los Celtics atrapados en el fuego cruzado y entonces se preguntan ¿Volverán a morder el anzuelo jugadores como Jaylen Brown, que se opuso al pie de Green en su cara mientras los dos se desenredaban en el juego 2?
El entrenador de los Celtics, Ime Udoka, dijo que probablemente recibiría "una falta doble técnica" si jugara contra Green, pero no cree que sus jugadores se desmoronen y no pienso que sea tanto hablar como lo físico, pero Boston tiene dos fuentes de anotación constante con Brown y Jayson Tatum donde, ese ha sido, el caso durante toda la temporada, y evidentemente lo suficientemente bueno para que Boston llegue a las Finales.
