Cuando mi padre -que fue buen pelotero amateur- llegó a ser manager de equipos, solía decir que cuando un juego se pierde siempre se atribuye la derrota a la mala dirección del piloto. Y cuando se gana jamás se otorga a éste mérito alguno, porque la victoria ha sido gracias al toque de sacrificio bien ejecutado por fulanito, al magnífico pitcheo de relevo de zutanito, al robo de base de menganito o a la sensacional atrapada de perenganito. Pero del manager, en estos casos, nadie se acuerda. Sólo se le tiene presente en las derrotas.
Es en buena medida lo que ha sucedido al UL en la actual temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Hasta el juego número 29, casi la tercera parte de los 90 que comprenderá este año la campaña de la LMB, el equipo fue dirigido por el exligamayorista Óscar Robles. Y el conjunto marchaba muy mal. Ocupaba el sótano de la zona norte y era el conjunto con mayor número de juegos perdidos y menos ganados de toda la Liga.
Y sí, vino el cambio de manager. Salió Óscar Robles y quedó en su lugar como interino Ramón Orantes, quien se desempeñaba como coach de banca y hasta la fecha continúa al frente de la escuadra, sin duda porque ha hecho bien las cosas.
El tijuanense Óscar Robles dejó el equipo el 25 de mayo con 9 victorias y 20 descalabros, para un "average" de .325. Hoy martes amaneció UL con 17 victorias y 22 derrotas, para un .436. De los 10 juegos que le ha tocado dirigir a Orantes ha ganado 8 y perdido solo 2, por lo que el equipo ha dejado ya el frío sótano.
Cuando Robles salió de UL el bateo colectivo del equipo era de .291 y hoy es de .299. El número de errores cometidos era de 33 (en promedio 1.14 por juego) y al día de hoy suman 40 (1.03 por encuentro).
En cuanto al pitcheo, su efectividad colectiva al juego número 29 era de 7.26 (carreras limpias admitidas por cada nueve entradas) y hoy es de 6.58, por lo que se observa una mejoría; había concedido 138 bases por bola y recetado 173 ponches, y hoy estos conceptos suman 176 y 253, respectivamente.
Por una de esas raras coincidencias de la realidad, hoy martes UL inicia serie de tres juegos contra Guerreros de Oaxaca dirigidos --¿por quién cree usted?-- ¡por Óscar Robles! Equipo por cierto sotanero de la zona sur y de toda la LMB.
Desde este ángulo, es decir, de los mánagers, resultará de mucho interés esta serie de martes, miércoles y jueves de la presente semana. Ojalá, amable lector, le sea posible asistir.
'Manny' Bañuelos
Por fin el pasado viernes 3 de junio Manuel "Manny" Bañuelos, nacido en El Vergel, municipio de Gómez Palacio, debutó con los Yanquis de Nueva York. Lanzó un par de entradas en el juego que ese día ganaron los llamados Bombarderos del Bronx 13 a 0 a los Tigres de Detroit.
Bañuelos, lanzador zurdo, por su gran pitcheo causó sensación en 2005 en la Liga Mayor de Beisbol de La Laguna, cuando apenas tenía 15 años. Fue entonces firmado por los Sultanes de Monterrey y su contrato vendido a la organización de los Yanquis de Nueva York. Sin embargo, debutó en Grandes Ligas hasta 2015 con los Bravos de Atlanta y luego jugó también para las Medias Blancas de Chicago.
A lo largo de su carrera las lesiones le han impedido tener una trayectoria más estable en la Gran Carpa y en Oriente, donde también ha andado. Ahora parece que este problema de las lesiones ha quedado resuelto. Ojalá.
Bañuelos y Horacio Piña, de Matamoros, Coahuila, son los dos únicos laguneros de nacimiento que han llegado al mejor beisbol del mundo, además de Jorge Orta, a quien puede tomársele como lagunero, por así haberse considerado siempre su familia.