Conforme avanza el gobierno de Andrés Manuel López Obrador más nos trae a la memoria los tiempos de los presidentes Luis Echeverría y José López Portillo.
Los tres personajes encabezaron gobiernos de izquierda, populistas y desorganizados. López Obrador al igual que LEA y JLP, fue priista y colaboró en el gobierno de Luis Echeverría como delegado del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco.
Quizás el parecido del gobierno de AMLO sea mayor con el régimen de Luis Echeverría, quien se destacó por sus propuestas políticas desmesuradas y por sus proyectos faraónicos que costaron mucho pero mucho dinero a las finanzas públicas.
Como olvidar aquel octubre de 1974 cuando Luis Echeverría se reunió en Nogales, Sonora, con líderes locales en la víspera de la histórica visita que un día después realizaría el presidente norteamericano Gerald Ford a la frontera mexicana.
Estaba por anochecer cuando el alcalde de Naco, un minúsculo municipio sonorense, se atrevió a plantear la gravedad económica de su pueblo: no había empleos ni escuelas ni centro de salud. Casi llorando el munícipe imploró la ayuda de Luis Echeverría, quien ni tardó ni perezoso ordenó a su gabinete y a los dirigentes sonorenses trasladarse de inmediato a Naco, ubicado a dos horas de Nogales.
Entrada la noche, Echeverría autorizó en Naco inversiones en maquiladoras y la construcción de escuelas, clínicas y oficinas públicas. Casi a la medianoche regresaría a Nogales con una cuantiosa comitiva para dormir un par de horas y recibir a la mañana siguiente al presidente Gerald Ford en el encuentro que incluyó una visita a Magdalena de Kino, además de Tubac y Tucson, en Arizona.
Echeverría gastó a manos llenas en proyectos que no lograron sus cometidos como la expansión en puertos mexicanos y la siderúrgica Lázaro Cárdenas. Disparó el gasto público, duplicó el número de burócratas, viajó por todo el mundo y dio rienda suelta a los grupos progresistas, incluyendo a miles de asilados de izquierda de Chile, Argentina y Uruguay, entre otros países.
Tuvo éxito a nivel internacional al lanzar la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que fue aprobada por la ONU en 1974 y que a punto estuvo de dar a Echeverría su nombramiento como secretario general de las Naciones Unidas al término de su gobierno.
Tanto Echeverría como López Portillo concluyeron sus gobiernos con crisis económicas mayúsculas que significaron para los mexicanos muchos años de penurias y sufrimientos.
López Obrador ha controlado el derroche y parte de la corrupción del gobierno federal, pero ha sido muy dispendioso en proyectos faraónicos como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
Además asignó partidas muy jugosas para subsidiar sus programas sociales a favor de personas de la tercera edad y jóvenes profesionistas. Al mismo tiempo ha cancelado proyectos de alta rentabilidad como el aeropuerto de Texcoco y la cervecería Constellations en Mexicali.
Pero donde no se midió López Obrador fue al defender a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, cuando se le preguntó sobre la racha de asesinatos contra periodistas mexicanos.
Cuando el país se debate en una espiral de violencia incontrolable y una crisis económica que abruma a la población mexicana, el mandatario tabasqueño propone desmontar la Estatua de La Libertad, en la bahía de Nueva York, en respuesta a la posible condena perpetua de Assange por cargos de espionaje y 17 delitos en contra del gobierno de Estados Unidos.
¿Se habrá dado cuenta López Obrador que probablemente el 90 por ciento de los mexicanos no saben ni les interesa saber quien es Assange y que lo realmente urgente para ellos es que el gobierno ponga en paz a la delincuencia organizada para que regrese la paz al país y con ella la inversión en empresas y la creación de empleos?
Ya quedó claro que el crecimiento económico del actual sexenio será el más bajo desde el régimen de Miguel de la Madrid, pero podría incluso empeorar si López Obrador se mantiene ocupado en temas irrelevantes para los mexicanos como fue su defensa a favor de los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Julian Assange ya sabrá como defenderse así que por favor presidente López Obrador dedique su tiempo a trabajar y a cumplir la responsabilidad que le confirieron los mexicanos en el 2018.
NOTICIA FINAL…
Estamos de acuerdo en eliminar los cambios de horario como también sucederá en Estados Unidos a partir del 2023. Sin embargo, allá se mantendrá el horario de verano mientras que en México la intención es regresar al horario de hace veinte años. Habrá que ponerse de acuerdo.
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