Tres características marcan lo que hasta hoy ha sido la temporada 2022 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB): la falta de paciencia (en la mayoría de los casos) de los directivos para mantener a sus mánagers; el fracaso de la mayoría de los jugadores mediáticos que llegaron al circuito, y las características de lo que al parecer era una nueva pelota, mucho más voladora que el año pasado, pero que al parecer ya se ha corregido el error; esta última característica va de la mano con los enormes problemas que han tenido prácticamente todos los equipos con su pitcheo, en donde el único con buenos números es el de Tecolotes.
Ocho mánagers ya salieron de sus equipos, y se sabe que el único que renunció fue Roberto Vizcarra, aunque los manejos del "Chapo" no agradaron a la LMB y será hasta el 7 de junio cuando pueda tomar las riendas de los Leones de Yucatán. En el caso de Erick Rodríguez se cometió una enorme injusticia, ya que como jugador entregó toda su vida a los Guerreros de Oaxaca y era parte de un proyecto a largo plazo; Erick aún no entiende lo que pasó, pero resulta una acción extraña cuando la cabeza de la organización es Don Alfredo Harp Helú, un hombre que ha demostrado gran cariño al beisbol y a los mexicanos.
Llama la atención la política de los Acereros de Monclova, cuya directiva se caracteriza por hacer a un lado al elemento mexicano en prácticamente todo el cuerpo técnico; ya sucedió con Pat Listach, que incluso los hizo campeones; ahora toca el turno de Mickey Callaway, cesado con todo y sus paisanos que integraban su cuerpo técnico. Nuevamente el turno de Matías Carrillo, que toma una papa caliente, porque el mandamás de la organización suele tomar decisiones a la ligera, sin un previo análisis profundo de la situación de sus equipos. "El Coyote" sabe en donde está sentado y a la vez conoce sus capacidades.
En cuanto a los jugadores mediáticos, Monclova ha marcado la pauta, con Pablo Sandoval, Josh Reddick, Adisson Russell, Chris Carter y otros más; Diablos Rojos del México trajo a Khris Davis y Justin Bour, quienes ya no están, mientras que los Sultanes de Monterrey cuentan con Neftalí Feliz. Vuelve a suceder que algunos jugadores con etiqueta de Grandes Ligas piensan que solo con la fama van a tener éxito en la LMB, en una clara muestra del desconocimiento de un circuito que está próximo a llegar a cien años, y se ha distinguido por ser un trampolín para regresar al mejor beisbol del mundo.
La pelota con que se inició la temporada 2022 definitivamente es muy diferente a la del año anterior, esta afirmación se da luego de que varios equipos abrieron dicha pelota para revisarla y encontrar la razón del daño tan grande que ha hecho a los lanzadores. En las últimas series el ritmo ofensivo de la liga ha disminuido y ya surgió una versión de que se hizo la corrección; cuando falta poco más de medio calendario regular, hay tiempo suficiente para erradicar el problema al cien por ciento y enfilarse a una recta final de temporada con beisbol de calidad y equipos en la pelea por un lugar en el playoff.
En Unión Laguna los últimos refuerzos del pitcheo le han dado otra cara a ese departamento, y eso se ha reflejado en el rendimiento del equipo. La salida de Óscar Robles provocó un cambio en la mentalidad de los jugadores y ahora el panorama luce diferente. La ofensiva necesita un elemento más de calidad, y que de preferencia cubra el jardín izquierdo. En la primera base Alejandro Flores ha sido una grata sorpresa, y hoy lo adecuado parece ser que ahí se mantenga, incluso con la incorporación de Jesse Castillo, que sería el bateador designado. Mucho por hacer para Ramón Orantes y directiva de Unión Laguna.
