De mantener la buena racha, Unión Laguna terminará en zona de playoff la primera parte del calendario regular, para después del Juego de Estrellas enfilarse a una temporada exitosa, con buenas posibilidades de trascender y ser aspirante serio al título, así enfrente a trabucos como Tijuana, Monclova o Monterrey; en Algodoneros no caben jugadores mediáticos que tengan una gran trayectoria en ligas mayores y vengan a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) a obtener un buen ingreso antes de colgar los spikes; managers, coaches y empleados de oficina, también deben enseñar un gran compromiso con la organización.
Óscar Robles fue la elección para dirigir a un equipo destinado a alcanzar alturas importantes, pero la elección no fue la mejor; Robles salió por la puerta de atrás, y tanto aficionados como jugadores en su momento manifestaron alegría y optimismo ante su cese; el momento álgido vino cuando apareció un tuit del hoy exmánager algodonero, en donde de acuerdo a su redacción, aseguraba estar acostumbrado a ganar y aquí se encontró con personas perdedoras; se reitera que este concepto es de acuerdo a la redacción de Robles, porque esa pifia provocó muchas reacciones en contra de su persona.
Como respuesta a ese mensaje de Robles, apareció uno de Jorge Sesma, en el que aclaraba que ellos no eran perdedores, pero no estaban acostumbrados a trabajar con gente mala leche (utilizó otro calificativo muy fuerte); esa respuesta de Sesma parecía dejar bien claro que el grupo no estaba de acuerdo con la forma en que el tijuanense manejaba al equipo; a través de un buen amigo en común, se recibió una aclaración de Óscar Robles, en la que aseguraba no referirse a los jugadores, sino a la gerencia deportiva, a la que dijo desde la pretemporada que tres extranjeros no iban a ayudar, por lo cual había que buscar a otros; esos tres elementos eran; Erick Aybar, Jordan Kipper y Jenrry Mejía.
Aclaró Robles que él nunca pidió a Ureña y a Kipper, pero fueron contratados por sus números en Guasave. Aceptó Robles que siempre vio al equipo necesitado de más refuerzos, pero le daba la impresión que a la gerencia deportiva no le interesaba ganar, ya que su petición de reforzar al equipo no fue atendida, incluso al salir Ureña y Florimón esos huecos ya no se cubrieron. La intención de Óscar Robles era aclarar que él no armó al equipo como quiso, tal y como surgió una versión que así lo aseguraba. En resumen, Robles hace responsable a Francisco Méndez, sólo que una mala redacción hizo un problema grande.
Todo lo anterior es un enredo mayúsculo, ya que Óscar Robles era apuesta de la gerencia deportiva para dirigir a Unión Laguna desde 2021, aunque en esa ocasión resultó favorecida la propuesta de José Luis García, en favor de Omar Malavé. Óscar Robles ya es historia como manager de Algodoneros y será ésta quien lo juzgue, hoy lo más importante es alcanzar una consistencia ganadora, y para eso es necesario que el pitcheo, la ofensiva y la defensa hagan el trabajo adecuado; la Zona Norte tiene a tremendos equipos, pero Algodoneros con mínimos ajustes, en nada les va a la zaga y puede ser firme candidato.
No es hoy Guerreros de Oaxaca el mejor equipo de la LMB, ni mucho menos, pero sí es una escuadra ante la que hay que jugar a tope, con los mejores elementos disponibles; la sangre joven ha respondido con creces y las últimas adiciones pueden sumar; Casey Harman (debe mejorar), Dave Richardson y Peter Tago son buenos lanzadores, mientras que Víctor Ruiz y Álvaro González también tienen mucho que aportar. Es cierto que se perdieron muchos juegos, pero hay tiempo suficiente para rectificar, el camino se ha corregido en gran parte y con dos ajustes en el roster este equipo estará listo para pelarle a cualquiera, así sea el mejor trabuco.