En África Central viven varios pueblos de 'pigmeos'; aunque a ellos les desagrada este nombre ya que suele utilizarse como un término despectivo más que como descriptivo de su baja estatura (su altura media es de unos 1,50 m).
Todos comparten la misma relación profunda con la selva que es su hogar desde hace 5 mil años.
Practican el desapego. Como deben trasladar lo que poseen cuando se desplazan a un nuevo campamento de caza, tratan de tener pocas pertenencias, sólo las que consideran útiles.
Aprenden todo lo que pueden sobre la selva. Desarrollan la habilidad de leer las huellas de los animales, conocen los ciclos de floración de las plantas, localizan un nido de abejas por el vuelo de una de ellas. Conocen las propiedades individuales de miles de plantas con las que se alimentan y curan.
Estudios científicos han demostrado que nutricionalmente son más sanos que la mayor parte de los demás pueblos de África. Consideran la selva en la que viven como un dios personal, generoso y bondadoso, y representan su relación con él y con los espíritus del bosque en rituales y cantos.
Ningún pueblo 'pigmeo' tiene jefes o gobiernos formales.
Practican un claro sistema de autogestión y compromiso individual sobre los territorios de la selva donde viven y cazan.
Viven en grupos de 15 a 60 personas; cada individuo, hombre o mujer, es responsable de sus propios actos. Hay también mucha cooperación en la caza, la música, la danza y el cuidado de los niños y se comparte todo lo que se ha cazado o recolectado durante el día.
Cuando hay discusiones o peleas se resuelven con bromas, ritualmente o sencillamente separándose. ¡Cuántas veces usamos en forma despectiva la palabra pigmeo!
En nuestras empresas y países hemos desarrollado complejos sistemas, pero hasta el momento, nos ha costado bastante aprender como ellos lo hacen.
¿Qué pueden enseñarnos los pueblos pigmeos?
• A tener y usar pocas cosas, basándonos sólo en la utilidad.
• Aprender y conocer el medio y el entorno donde debemos vivir y trabajar.
• Considerar el todo como una fuente de recursos.
• Reemplazar la estructura formal de jerarquías por la autogestión y el compromiso individual.
• A ser responsables.
• A actuar en forma cooperativa.
• A dirimir las diferencias y conflictos a través del humor.
En lo sucesivo, quizá debemos aprender a referirnos al Ser Pigmeos como una conducta a la que podamos aspirar, un estado de maduración y evolución especial al que sólo acceden unos pocos.
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