UN ESCALÓN A LA VEZ
Esta no es una columna sobre independencia, tampoco es un escrito sobre estereotipos. No es sobre éxito, ni miedo, ni metas. Al momento de pensar en qué escribir para mi regreso a Vibremos Positivo, tenía en mente el mejor artículo que he escrito en mi vida, este tampoco es eso.
Escribir sobre la resiliencia, la felicidad y otras lecciones para la vida, eran todas opciones para mi escrito de hoy, más al comenzar a escribir, me sentí como una hipócrita. Siempre he procurado mantener mis intenciones honestas, con eso, mis columnas y el mensaje que transmito. Sin embargo, ninguna de las anteriores concordaba con lo que hoy siento. Es entonces donde me encontré en un dilema entre mantenerme positiva y pretender que lo que escribo viene del alma, o expresar lo que realmente pienso.
Así que este es mi intento de darle sentido al desastre que recientemente domina mi cabeza para plasmarlo en tinta y papel.
En mi lucha por reencontrar mi lugar como hija, amiga, estudiante, pero más importante, como individuo de regreso aquí en México, me he encontrado haciendo una actividad con mucha más pasión que otras. Esto es, ir al gimnasio, y específicamente, plantarme en la escaladora por horas.
Lo cual verdaderamente no es común, ni mucho menos placentero, según la opinión popular. Más subir las "escaleras infinitas", a como se le ha referido un amigo, ha resultado bastante terapéutico para mi persona. El que repetitivamente se presente una situación inmutable, destruye la posibilidad de que exista incertidumbre, creando un sentido de seguridad y organización. He tomado aquellas escaleras como una constante metáfora para lo que simultáneamente sucede en mi cabeza. Subirme a la escaladora es mi equivalente a desconectarme del exterior, lo que me deja con bastante tiempo dentro de mi cabeza.
Es en esos momentos, que, como escalones, poco a poco desenredo el hilo de mis pensamientos. Solo así puedo producir ideas claras que me llevaran a soluciones. De igual manera, es imposible subir una escalera con un único paso, al contrario, es necesario hacerlo consistentemente y en partes. Así que, cuando la vida parece envuelta en caos, se debe solucionar un escalón a la vez.
A lo que quiero llegar es, está bien no estar bien. Es humano y simplemente inevitable. Lo que no está bien, es quedarse estancado en una situación desafortunada por falta de intento. Nuestros problemas tienen soluciones, pero más dejar que nos abrumen o intentar taclearlos con prisa, cambiemos nuestras situaciones poco a poco.
Con esto, les deseo que el mejor de sus días en el presente sea el peor de sus días en el futuro. Y que si en algún momento esto llega a no ser el caso, que se planten en la escaladora, y encuentren la calma en medio del desastre, tomando la vida un escalón a la vez.
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