Archivo: El Universal
En México, 17 de cada 100 embarazos son adolescentes y 50.3 por ciento no planificaron el embarazo, expresó Yolanda Varela Chávez, directora de planificación familiar y encargada de despacho del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR). La mayoría de las muertes maternas son evitables y en muchos casos están asociadas con embarazos no planeados en la adolescencia.
Cifras preliminares del 2022 muestran que se redujo la muerte materna, al ubicarse en 30.9 por cada 100 mil nacimientos, que representó una disminución del 37.8 por ciento respecto al año anterior, señaló la directora.
Durante el simposio "acciones esenciales de salud pública para un embarazo saludable", Yolanda Varela, aseguró que el gobierno federal impulsa medidas de salud pública, tomando en cuenta los determinantes sociales, para que las mujeres que decidan ejercer su derecho a la maternidad gocen de un embarazo saludable y disminuya la mortalidad materna.
La especialista dio a conocer que en México uno de cada cinco adolescentes de 12 a 19 años iniciaron vida sexual, y 19.3 por ciento no utilizó anticonceptivos en su primera relación sexual.
Varela Chávez precisó que la Secretaría de Salud cuenta con tres mil 283 servicios amigables para adolescentes que brindan atención de emergencia, profilaxis post-exposición contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), servicios de aborto seguro, información y consejería en un ambiente de privacidad y confidencialidad con personal calificado.
También señalaron que el programa de vacunación universal contribuye al embarazo saludable, ya que las vacunas estimulan la respuesta inmune de las mujeres y protegen a la persona recién nacida, recalcó el director general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia), José Luis Díaz Ortega.
Explicó que el embarazo no es una enfermedad, sino un estado fisiológico que modifica el sistema inmune de las mujeres gestantes, como un mecanismo de la naturaleza para que el feto sea tolerado y no haya rechazo.
Estos cambios fisiológicos, precisó, generan mayor riesgo de que en la gestación se agraven enfermedades por infecciones como influenza o COVID-19, en comparación con una mujer no embarazada, y la mejor forma de enfrentar esta situación es la vacunación.
Las vacunas generan anticuerpos que también protegen al bebé durante los dos primeros meses de vida, enfatizó Samantha Gaertner Barnad directora del Programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia del Censia.
Durante el simposio, Alejandra Armengol Alonso, la directora de cáncer en la mujer del CNEGSR, dijo que 12 de cada 10 mil mujeres embarazadas presentan cáncer de cuello uterino, y que esta enfermedad está asociada a una maternidad tardía, junto con factores de riesgo como la falta de vacunación y detección.
En cáncer de mama, detalló que los principales factores de riesgo son: la gestación a mayor edad; disminución del número de hijas e hijos y del tiempo de lactancia; padecer enfermedades crónicas, estilo de vida y consumo de sustancias psicoactivas, entre otros; esta enfermedad puede presentarse y tratarse en el embarazo con el seguimiento adecuado.
El director de Determinantes, Competencias y Participación Social de la Dirección General de Promoción de la Salud (DGPS), Agustín López González, indicó que contribuyen al embarazo saludable las buenas condiciones de los servicios públicos y que la mujer cuente con una red de apoyo emocional y material entre la comunidad, la familia, amigos, autoridades locales y municipales, durante la gestación, parto, puerperio o cuarentena.