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El Tribunal Supremo de Estados Unidos abordó este martes en una audiencia la constitucionalidad de una norma de 1994 que restringe el acceso a las armas a los individuos con órdenes de alejamiento por violencia doméstica.
Este caso pone a prueba a la mayoría conservadora (6-3) en el Tribunal y su disposición a levantar las pocas restricciones al acceso a las armas que existen en el país.
El año pasado, el Supremo expandió el acceso a las armas al tumbar una ley centenaria del estado de Nueva York que prohibía llevarlas en público, en una interpretación estricta de la Segunda Enmienda que marcó un precedente para esta mayoría conservadora.
Este martes, sin embargo, los magistrados se mostraron escépticos con los argumentos del demandante, un hombre de Texas identificado como Zackey Rahimi que fue detenido por amenazar a su pareja con un arma pese a pesar sobre él una orden de alejamiento.
A Rahimi le han dado la razón tribunales inferiores y tiene el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle y la Fundación Segunda Enmienda, entre otros.
La cuestión central aborda si la Segunda Enmienda protege el derecho de los individuos a llevar armas incluso si se determina que son peligrosos o si se pueden imponer restricciones en algunos casos.
El Gobierno de Joe Biden, que defiende la norma de 1994, argumentó ante los magistrados que esta protege a las víctimas de violencia doméstica, un argumento que parecieron compartir incluso jueces conservadores en su turno de preguntas.
Ahora el alto tribunal deliberará durante los próximos meses sobre el asunto y se espera que publique un fallo a mediados de junio del año que viene.