Claudia Sheinbaum. (ARCHIVO)
El jefe del Ejecutivo español, en declaraciones a la prensa desde Nueva York, calificó de "absolutamente inaceptable" e "inexplicable" que el monarca no fuera invitado a la ceremonia, dado que es la figura que desde hace décadas siempre representa a España en las tomas de posesión de mandatarios latinoamericanos. También aludió a las fuertes relaciones entre "pueblos hermanos".
El posicionamiento del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez surgió tras la tensión entre México y España por la exclusión del rey Felipe VI del acto de toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta.
Felipe VI acudió a la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018 y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, fue el primer líder extranjero recibido por el mandatario mexicano.
Pero pocos meses después de estrenarse en el cargo, comenzaron los roces con Madrid que han desembocado en esta crisis diplomática.
En marzo de 2019, López Obrador llegó a enviar una carta a Felipe VI en la que le pedía que reconociera los "errores" durante la conquista española y pidiera disculpas por ellos.
"México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o los resarcimientos políticos que convengan", rezaba la carta.
El Gobierno de Pedro Sánchez rechazó entonces con "firmeza" su contenido.
El presidente López Obrador insistió en las críticas a la conquista española en agosto de 2021 y en febrero de 2022, cuando habló de "pausar" las relaciones con España y con las empresas españolas, en especial con Repsol, a la que acusó de lucrarse a costa de licitaciones otorgadas por el Gobierno mexicano desde 2003.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum explicó que no invitó al rey de España a su ceremonia de investidura, el 1 de octubre, porque el monarca no respondió a la carta de López Obrador, para pedir perdón por la conquista.
"Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales", apuntó en un comunicado.
En las últimas décadas, y antes del mandato de López Obrador, las relaciones entre los dos países, a los que también unen estrechos vínculos comerciales, se habían mantenido en el terreno de la cordialidad, con escasos roces.
Felipe VI, bien como príncipe o ya como monarca, asistió a las tomas de posesión en Felipe Calderón (2006); Enrique Peña Nieto (2012) y López Obrador (2018).