Georgina Solorio García, diputada local de Morena.
La diputada local de Morena, Georgina Solorio García, presentó ante el Congreso del Estado la Ley de los Derechos de los Seres Sintientes, que busca transformar la realidad de miles de animales que enfrentan abandono y maltrato, además de promover una convivencia basada en el respeto y la responsabilidad.
“Cada año, más de 500 mil perros y gatos son abandonados en México. Estas cifras no solo reflejan el sufrimiento y la ausencia de bienestar animal, sino también nuestra desconexión con los valores de empatía y responsabilidad que deberían guiar nuestras acciones como sociedad”, afirmó la diputada.
Afirmó que con la propuesta legislativa, Durango se posiciona como un referente en la defensa de los derechos de los animales, promoviendo una convivencia más armónica y solidaria que fortalezca los valores de empatía y responsabilidad entre sus habitantes.
Explicó que iniciativa reconoce a los animales como sujetos de derechos y establece responsabilidades claras para sus cuidadores, con regulación de criaderos y refugios; promoción de la tenencia responsable desde la educación básica; sanciones severas para actos de maltrato y abandono y apoyo a asociaciones y personas dedicadas al rescate y cuidado animal.
Solorio García subrayó que esta ley no solo beneficia a los animales, sino también a la sociedad en su conjunto, al contribuir al control de epidemias como la rabia y fortalecer los valores sociales a través del respeto hacia los seres vivos.
La diputada destacó que esta iniciativa se alinea con los estándares internacionales de protección animal, posicionando a Durango como un estado modelo en la defensa de los derechos de los seres sintientes.
“Esta propuesta no es solo un acto legislativo; es un llamado a la acción y a la reflexión. Al aprobar esta ley, estaremos demostrando que en Durango respetamos y valoramos la vida en todas sus formas”, comentó.
La legisladora resaltó que los animales, como seres sintientes, experimentan emociones y sentimientos como tristeza, alegría, dolor y miedo, lo que les otorga el derecho a ser tratados con respeto y a vivir en condiciones que garanticen su bienestar.