Propuesta. Tras un periodo donde la identidad es volátil, el artista considera que a los 33 años se puede encontrar cierta tranquilidad. (ENRIQUE CASTRUITA)
La galería de la Alianza Francesa de Torreón se ha comenzado a llenar de asistentes durante la mañana de este sábado. En sus paredes cuelgan pinturas con trazos geométricos, también hay collages. En el centro se puede apreciar una instalación. Son obras del artista lagunero Erick del Castillo, quien inaugura su exposición titulada 'A los 33'.
Es artista desde niño, no titubea en mencionarlo. Su infancia estuvo colmada de creatividad y a partir de ello se generó un proceso autodidacta en el mundo del arte. Gracias a su abuela aprendió a jugar con plastilinas y acuarelas. Para cuando llegó la adolescencia ya pintaba y dibujaba. Hoy se ha convertido en un profesional.
Junto a Christelle Trochard, directora de la Alianza Francesa de Torreón, el creador se sincera y comparte que 'A los 33' es la continuación de otra exposición suya llamada 'Referencias'. La nueva muestra surge a invitación de la citada institución, la cual mantiene un programa orientado a este tipo de propuestas plásticas.
Erick del Castillo, quien además imparte clases de diseño en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), manifiesta una sonrisa en su semblante. Comparte que su niño interior se encuentra en perfecta plenitud, pues se trata de un ser que sabe que la felicidad no existe, pero la felicidad sí. Por el eso el artista dice sentirse contento con la inauguración. Sus obras permanecerán durante un mes en las instalaciones de la Alianza.
"Cuando tengas un tema de ansiedad, o cuando tengas un tema de no saber qué es lo que sucede en la vida, procura entender que la felicidad no es todo. Es más valioso tener la tranquilidad y poco a poco, con tranquilidad, ir construyendo lo demás".
¿Qué sucede a los 33 años, en esa edad en la que murió Jesucristo? Erick del Castillo expone que antes de llegar a la tercera década de vida, el ser humano transita por una especie de incertidumbre identitaria.
"Los 33 años están vinculados con la edad histórica de Jesucristo, pero al final creo que como hombre, como persona es una edad muy perfecta; las cosas empiezan a fluir, te sientes más cómodo contigo, a lo mejor el tema económico funciona mucho mejor, se va estabilizando, la vida profesional es más linda, hay más compromisos, hay más retos, hay más cosas que te dejan vivir".
El creador artístico propone una serie de pinturas al óleo donde se plasman diversos temas, obras de collage, fotografías de su infancia y arte objeto hecho con juguetes con los que creaba mundos de pequeño. Desde lo interno a lo externo, desde lo íntimo a lo público, Erick del Castillo comparte materiales y emociones guardadas de toda la vida.
"Principalmente hablo de ser niño, al menos en esta exposición. Encuentras temas donde alcanzas a observar la infancia, una infancia que no fue como la ideal, pero algo bien importante que reconozco es que el proceso o la ayuda terapéutica, bien trabajada con la ayuda de un profesionista, provocará que ese niño pueda volver a ser feliz. Prácticamente de eso habla la obra".
En 'A los 33', el artista también se anima a cerrar un ciclo. Algunas de las obras pertenecieron a 'Referencias', otras son inéditas y nunca se habían expuesto. Eso genera una amalgama perfecta que armoniza con los conceptos de pasado y presente, de aceptar que un periodo de la vida con falta de identidad pude comenzar a mejorar.
