Habitantes del fraccionamiento Ana en Torreón localizan a su vecino muerto; tenía 4 días de putrefacción
Habitantes del fraccionamiento Ana de Torreón, localizaron a su vecino sin vida y en estado de putrefacción luego de qué olores fétidos les alertaron.
El reporte fue recibido a la línea de emergencia 911 la tarde del sábado 8 de junio, cuando una mujer se comunicó para señalar que tenía varios días sin ver a su vecino y que, al pasar por su casa, había observado muchas moscas por la ventana y al acercarse percibió un fétido olor.
Hasta el lugar se dieron cita los elementos de la Policía Civil de Coahuila, quienes arribaron hasta el domicilio marcado con el número 835, de la calle Olivia, los cuales confirmaron que de la vivienda reportada emanaban olores nauseabundos, por lo que llamaron en diversas ocasiones a la puerta y tras no recibir respuesta, optaron por forzarla para abrirla, encontrando en el interior, justo en el área de la sala - comedor, al hombre, en estado de putrefacción avanzada.
Fueron los vecinos quienes identificaron al fallecido como quien en vida respondía al nombre de Adrián, de aproximadamente 65 años de edad, el cual vivía solo y pocas veces recibía visitas.
De manera inmediata el área fue resguardada por los agentes estatales, quienes esperaron el arribo del agente del Ministerio Público y el personal de la unidad de Servicios Periciales, así como los elementos de la Agencia Investigación Criminal de la Delegación Laguna I, de la Fiscalía General del Estado.
El personal de peritos revisó el cadáver y a simple vista no le apreciaron huellas de violencia, además en la vivienda no faltaba algún objeto de valor, por lo que todo indica qué el hombre murió por causas naturales.
El Ministerio Público tomó conocimiento del deceso y estado de descomposición aproximado de cuatro días del cadáver así como la identificación preliminar, para posteriormente ordenar el traslado del cuerpo a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la práctica de necropsia de rigor, con la que se determinará la causa formal del deceso, quedando a la espera de que los familiares reclamen los restos del hombre para los servicios funerarios.