Exposición 'Abrigos de protección' (RAMÓN SOTOMAYOR)
“Los seres humanos también somos textiles”, indica la curadora Olga Margarita Dávila, momentos antes de inaugurar la exposición Abrigos de protección, de la artista Irma Sofía Poeter, en el Museo Arocena. Desde su punto de vista, las personas estamos hechas de tejido, tanto muscular como óseo.
“Somos un textil, entonces la conexión del textil con el arropar y el ser humano. Finalmente somos una cosa viva, somos un tejido vivo: yo soy mi casa y mi casa es un textil. Se trata de conectar y hacer algo vivo, en términos de que todo es una ropa que todos usamos”, compartió la curadora.
La inauguración se dio este sábado poco después de las 12:00 horas en las salas de al segunda planta del museo, dentro del programa del festival Perímetro Centro. Cada uno de las ocho prendas confeccionadas por Irma Sofía Poeter dialogan con alguna obra de arte. Es así como se genera un interesante diálogo que armoniza la presencia de estos textiles con el espacio.
Irma Sofía Poeter narró que empezó este proyecto entre 2018 y 2019, cuando Donald Trump (entonces presidente de Estados Unidos) hablaba en sus discursos sobre la construcción de un enorme muro fronterizo entre México y su vecino norteño.
“Yo vivo en Tecate (Baja California), desde mi estudio ves perfectamente la línea fronteriza. He vivido en ambos lados de la frontera, en Tijuana, en San Diego; para mí la frontera es algo evidente. Y cuando se estaba dialogando sobre el muro de Trump, estaba este tema de la protección, que debemos protegernos del otro. Entonces me pregunté: “¿cómo podemos protegernos de uno mismo, si todos estamos conectados y somos lo mismo como seres humanos?”, indicó Irma Sofía Poeter.
La artista comprendió que los valores eran los elementos claves a proteger: el amor, la individualidad, la vida, la salud. A través de esos conceptos consiguió confeccionar ocho abrigos. Empleo materiales textiles provenientes de distintas partes del mundo, como una manera de unificar a todos como raza humana.
“También para mí fue importante tener varias calidades de textiles. Hay desde plástico, textiles hechos a mano, textiles hechos masivamente, industriales, de mucho valor económico, de medio valor. Todos en conjunto crean este abrigo, esta pieza. Hay muchísima simbología, desde el uso del material, los colores, cómo están colocados los materiales. Entonces todo es un lenguaje muy rico que explica o con el que comunico lo que los valores significan”.
Los abrigos de Irma Sofía Poeter están confeccionados a manera de origami, ninguno de ellos están cortados o intervenidos por alguna tijera. Si se deshacen, vuelven a convertirse en los lienzos originales de las etnias (África, India, México, Asia) que los fabricaron. Se trata de no cortar las conexiones que unen a los humanos.
“Ninguna pieza está cortada, porque la idea no es cortar ese tejido que somos todos nosotros y que estamos entrelazados. Todas las piezas están modeladas sobre el maniquí, a base de pliegue, como un origami”.
Cabe señalar que esta exposición se llevó a cabo también gracias a la colaboración de la gestora cultural Jessica de la Garza. La exposición permanecerá en el Museo Arocena durante los próximos dos meses y medio, además se realizará también una serie de talleres en relación con esta muestra.
