La Esfera, una arena del futuro

Por muchos siglos, los hitos arquitectónicos del pasado se manifestaron a través de construcciones portentosas que simbolizaban la relación de la humanidad con lo divino: pirámides para adorar a las deidades y mantener buena relación con ellas, iglesias tan altas que parecían alcanzar el cielo, palacios tan deslumbrantes que recordaban la grandiosidad de la nobleza por derecho divino, recintos imponentes habitados por las mayores autoridades eclesiásticas, universidades que albergaban y difundían los conocimientos del mundo que Dios había legado al ser humano. 

Más adelante, en la modernidad, la arquitectura adquirió un carácter más funcional y masivo. Los ornamentos cedieron lugar a la practicidad de las líneas rectas, la rapidez del acero y el concreto para construir, y la preponderancia de la funcionalidad sobre la belleza. La majestuosidad dejó de ser propia de lo sacro e, incluso, de lo gubernamental (con excepción de los regímenes autoritarios, como los de la Alemania nazi y la Unión Soviética), para enfocarse en el sector privado: el despliegue de técnicas arquitectónicas comenzó a utilizarse para mostrar el estatus de grandes empresas a través de rascacielos, como el edificio Chrysler o la torre Latinoamericana para la compañía de seguros del mismo nombre.

De este modo, la arquitectura más destacable de cada época se convierte en un reflejo de los valores de la sociedad que la construye: la adoración divina, el poder político, la productividad, etcétera. El capitalismo, por supuesto, sigue vigente; sin embargo, en este siglo se caracteriza por un hiperconsumismo impulsado por la era digital. Un tipo de consumo que ha repuntado es, de hecho, el de contenido (sobre todo en redes sociales) y el de experiencias, más allá de la simple compra de productos. Quizás uno de los diseños arquitectónicos que mejor representan esa actualidad es la Esfera, una arena de entretenimiento ubicada en Las Vegas, Nevada. 

EL RECINTO

Una de las primeras imágenes que se hicieron virales de La Esfera fue capturada desde un avión que sobrevolaba el área justo en el momento en que el edificio proyectaba en su exterior a un emoji animado mirando sorprendido a su alrededor. Y es que la superficie de esta construcción está completamente cubierta de luces LED (1.2 millones), las cuales se reprograman continuamente para exhibir creativos diseños que van desde animaciones simples hasta modelos realistas que se adaptan perfectamente a su forma esférica, como el de un ojo o la reproducción de diversos cuerpos celestes. Pero el objetivo es, más allá de estas atractivas demostraciones, aprovechar esto como un espacio publicitario vanguardista en la capital del entretenimiento. Así, tanto Playstation como Xbox, por ejemplo, pagaron alrededor de 450 mil dólares (cada una) para poder promocionar sus nuevos lanzamientos en videojuegos en octubre de 2023, empleando efectos 3D imposibles de ignorar.

Pero esta es sólo la fachada (si es que se le puede llamar así) del edificio. Su interior está equipado para brindar espectáculos inmersivos de alto nivel. Posee una pantalla circular con una resolución de 16K —la pantalla LED más grande del mundo— y 164 mil altavoces que crean un sonido envolvente.

El recinto fue diseñado por Populos, una firma de arquitectos que se especializa en el diseño de centros de convenciones, deportivos o para espectáculos. Con este proyecto rompieron el récord de la construcción esférica más grande en el mundo, pues mide 112 metros de altura y 157 de diámetro horizontal. Para dimensionar su volumen, es preciso mencionar que en su interior cabría sin problemas la Estatua de la Libertad.

La Esfera es todo un logro de la ingeniería. La estructura que la sostiene está conformada por 13 mil toneladas de acero. Cabe destacar que, en realidad, se trata de una esfera dentro de otra. La externa es la superficie luminosa que exhibe videos y animaciones, y la interior es la que alberga el escenario y cuyo atrio posee columnas que miden el doble que las del Panteón de la Antigua Roma.

En su construcción tuvo que verse involucrada una de las grúas más grandes del mundo, que fue operada hasta el 90 por ciento de su capacidad para poder colocar la “corona” del inmueble, la pieza más pesada, de 120 toneladas.

Este lugar tiene capacidad para albergar 20 mil asistentes de pie y 18 mil 600 asientos, de los cuales 10 mil cuentan con tecnología háptica; es decir, para realzar las experiencias con sensaciones táctiles a través de vibraciones. A eso se añaden dispositivos que permiten recrear el correr del viento, cambiar la temperatura interior y producir efectos aromáticos, convirtiendo el lugar en un escenario único en el mundo.

ESPECTÁCULOS INMERSIVOS

La banda irlandesa U2 dio inicio a la historia de La Esfera como (probablemente) el mayor centro de entretenimiento en el mundo. La agrupación ofreció un total de 40 conciertos frente a 663 mil espectadores que acudieron a la arena entre el 29 de septiembre de 2023 y el 2 de marzo de 2024.

U2:UV Achtung Baby Live at Sphere fue el nombre que se le dio a esta residencia, donde cada noche se tocaron todos los temas que conforman el álbum más vendido y premiado de la banda: Achtung Baby (1991), además de otros de sus mayores éxitos, en un show como nunca antes se había hecho.

Tanto los músicos como los asistentes se vieron envueltos por visuales de una calidad impactante. El nivel de detalle de las imágenes requería que el equipo técnico gestionara de 200 a 300 gigabytes de datos cada minuto. El resultado llevó a varios de los presentes a las lágrimas, al verse inmersos en un atardecer rosáceo sobre un imponente desierto, para luego ser transportados al espacio exterior o verse sorprendidos por intrincados juegos de luces. Las posibilidades de la pantalla LED, cuya superficie abarca aproximadamente cuatro campos de futbol, parecen infinitas.

“(La Esfera) es un lienzo con el que los artistas podemos jugar, sobre el que podemos dibujar”, dijo Bono, el líder de la banda, en una de sus presentaciones.

A pesar de la enormidad de la pantalla, la banda se mantuvo como el foco de atención, no sólo gracias a su presencia en el escenario, sino a la tecnología sonora del lugar.

“Gracias al sistema de audio 3D de la Esfera que ofrece un sonido claro, preciso, a cada asiento del recinto, suena como si Bono estuviera cantándote directamente al oído”, reza una reseña de Fast Company.

Esta serie de conciertos marca un antes y un después en la industria de la música en vivo. U2 superó el reto creativo, técnico y performático que implicó inaugurar la arena, que sin duda colocó una vara muy alta para cualquier otro artista que pretenda dar un espectáculo en vivo memorable en esta nueva era.

Una semana después del último concierto de U2:UV Achtung Baby, se estrenó Postcard from Earth (2023), la última película de Darren Aronofsky, filmada con un prototipo de cámara especialmente diseñado para reproducir el video en la pantalla de la Esfera. El mediometraje de 50 minutos sigue la vida en la Tierra desde los primeros seres acuáticos hasta las diversas civilizaciones actuales, aventurándose a imaginar el momento en que la humanidad abandona el planeta para habitar otros astros celestes. La experiencia es completamente inmersiva, generando efectos como el de estar sumergido en el océano junto con bancos de peces primitivos mientras, arriba brilla el sol a través de las olas que conforman la “bóveda celeste” del hábitat marino.

Con este par de ejemplos resulta evidente que la Esfera es un parteaguas arquitectónico en lo que respecta al consumo de entretenimiento. No es que su construcción simplemente se haya adaptado a las tecnologías actuales más avanzadas, sino que las ha obligado a actualizarse para estar a la altura de este innovador espacio. Su mera existencia es un reto para la creatividad de todo aquel que pretenda exhibir su talento en el lugar. Se trata de un monumento viviente en honor a algo que parece haber alcanzado cierto nivel “sagrado” en la sociedad contemporánea: el entretenimiento.