Hilario González García, obispo de Saltillo.
El obispo, Hilario González García, invitó a los cristianos católicos a que se atrevan a vivir su fe en el amor de novios y posteriormente a formalizar su relación en el sacramento como esposos, al tiempo que aclaró que el matrimonio no es un lazo que esclaviza.
“El matrimonio no es un lazo que esclaviza, al contrario, es un vínculo que nos desarrolla, nos libera del egoísmo para vivir ese amor esponsal como signo del amor de Dios”, sostuvo.
Abundó que independientemente de la fiesta mercadotécnica de San Valentín, este sentimiento se debe vivir como hijos e hijas de Dios, es decir en amor a Dios y al prójimo.
Llamó a los cristianos aprovechar esta fecha para hacer obras de misericordia y servir a los demás, ya sea a través de una despensa para los migrantes, una visita a alguna persona enferma o algún acto de amor a la comunidad y que pueda realizarse en pareja.
“Lo que van a gastar los novios en ir a cenar o en comprar un regalo, bien pueden obsequiarlo en favor de quienes más necesitan y no necesariamente tiene que ser algo económico, también puede ser el tiempo dedicado a un vecino, un adulto mayor o una persona que se sienta sola”, expuso.
A las personas que están casadas les invitó a mantener o recuperar su amor, vivir en reconciliación y renovar todos los días su alianza como pareja, para permanecer juntos en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, todos los días de su vida.
Consideró que la disminución en el número de matrimonios no es una cuestión religiosa, sino un asunto cultural, “los estudios sociológicos demuestran que en la mentalidad contemporánea los jóvenes ya no ven esta necesidad de comprometerse en matrimonio, por eso el llamado a que se atrevan a vivir este sacramento”, reiteró.
Concluyó que el matrimonio es la opción que brinda la iglesia católica y es para amarse y respetarse, para compartir lo bueno y lo malo, la salud la enfermedad y para ser fieles y felices.