-SAL DEL COSTAL MUCHACHO. SAL DEL COSTAL.
Recuerdo con cariño y agradecimiento a la señorita Victoria Garza Villarreal, mi maestra de dibujo en la escuela secundaria. Formada en el academicismo, detestaba el arte abstracto. Decía que a él se dedicaban los pintores que no sabían dibujar. Aún no conocía yo una anécdota atribuida a Miguel Ángel, la cual le habría dado la razón. Alguien encomió el colorido de sus figuras en la Capilla Sixtina. "Lo importante es el dibujo -dijo el genial artista-. Lo demás puedo hacerlo meando".
La maestra Victoria nos enseñaba dibujo, pero también nos enseñaba vida. Nos hablaba de la semilla que el sembrador tenía en el costal. La sacaba de ahí para sembrarla. Si la semilla hubiera permanecido en el saco no habría dado fruto. Nosotros debíamos prepararnos a fin de estar en aptitud de salir de nuestra estrecha circunstancia para conquistar el mundo.
Ninguno de nosotros, hasta donde sé, conquistó el mundo, pero todos en mayor o menor medida dimos algún fruto, incluso yo, que no aprendí a dibujar pero sí a salirme del costal. Lo demás pudimos hacerlo en la forma que dijo Miguel Ángel.
¡Hasta mañana!...
