Moisés Arizmendi (ESPECIAL)
El actor, Moisés Arizmendi, está de vuelta en la televisión con un personaje que defiende la ley a capa y espada.
Tras haber figurado el año pasado en Corona de lágrimas, el oriundo de la Ciudad de México se encuentra inmerso en la nueva novela de W Studios para Televisa, La historia de Juana, en donde encarna al policía detective “Salvador Castillo”.
Moisés charló con El Siglo de su carrera y de este proyecto que empezó con el pie derecho, ya que ha registrado bastantes puntos de rating en el horario de las 21:30 horas en el Canal Las Estrellas.
“Es una historia bastante fresca y esta versión (la primera fue la venezolana de 2002, Juana, la virgen), se modernizó bastante. ‘Juana’ es una chavita que sale de la preparatoria y entra a la universidad. Y luego, pues, ya vieron en el primer capítulo que se embarazó por accidente. Es hija de una mamá soltera que a su vez es hija también de una mamá que sacó adelante sola a su familia”, comentó.
En la trama es “Salvador”, un detective honesto que busca la justicia a toda costa. Rinde cuentas al Fiscal General de la Policía y se enamora de “Jeny” (Grettell Valdez), la mamá de “Juana” (Camila Valero).
“Él se encariña de ‘Jeny’ y lo veremos en toda la trama. Vemos un amor bonito y distinto porque ella es una mujer dominante y a él le gusta ser dominado”, expresó.
Durante la charla, el histrión compartió que se preparó bastante para dar vida a este policía que se enfoca a la investigación.
“Me gusta hablar con policías y hablé con dos. Ya había hecho un policía para una serie, pero era un corrupto y ahora estoy haciendo la otra cara de la moneda. Ya tenía yo indicios de esta labor: Tenía indicios de investigación, además de que conseguí material videográfico. Veía interrogatorios constantes y casos de criminología”.
Reveló el actor que consiguió este trabajo gracias a su desempeño profesional, pues fue elegido por medio de diversas pruebas. “Realicé un par de castings.
Es la primera vez que trabajo con Patricio Willis y con W Studios. Trabajamos duro de lunes a sábado hasta las 11:00 de la noche.
Me da placer cuando uno como actor te quedas con un papel por medio de casting porque eso prueba que uno está haciendo las cosas bien”. Algo que de igual manera está celebrando Moisés es que ahora realiza un personaje del bando de los buenos.
“Desde 2017 había hecho puros villanos y ya estaba cansado. Tienen su jugo, su carnita, pero ya estaba fatigado. Así rompí el molde tantito” y añadió que en general cualquier rol es un reto.
“Hay que intentar siempre diferenciar el personaje actual, al anterior”, contó vía telefónica. Por otro lado, recordó Arizmendi que sus inicios en la actuación ocurrieron en el teatro. “Yo comencé haciendo teatro.
Me encanta. Pasa que el teatro en México no se ha levantado después de la pandemia. Los números y la cantidad de espectadores siguen siendo muy bajos”.
Lamentó el actor que en este sexenio del gobierno de AMLO, que pronto terminará, los apoyos a la cultura disminuyeron.
“Se llevaron el dinero a otros rubros.
El teatro en general lo consumimos las personas de clase media. Para ir a una función es caro, requieres más tiempo y atención que, digamos, ir al cine”. Por último, Moisés festejó que hace poco volvió a ser papá.
“Estoy viendo crecer a mi chamaco y a mi hijo mayor. Me ha ido muy bien en lo personal y profesional”.
