Prófugos del Anexo en Torreón (CORTESÍA)
El día que miles de laguneros tenían "tachado" en su calendario desde mediados de noviembre al fin llegó. Este sábado siete de diciembre uno de los dúos más aclamados por el público del regional mexicano se presentó en Torreón: Julión Álvarez y Alfredo Olivas.
La ciudad los recibió con lluvia; sin embargo, ni las inclemencias del tiempo detuvieron a los asistentes. Con sombreros, chamarras e impermeables la gente comenzó a darse cita pasadas las 18:00 horas en el Estadio de la Revolución. Para las 20:00 horas había largas filas en cada uno de los accesos colocados alrededor del histórico inmueble, de estilo Art Déco.
El concierto estaba pactado para comenzar a las 22:00 horas. Diez minutos después de esta hora, las luces del lugar se apagaron, quedando iluminado únicamente el escenario. Cinco minutos más tarde comenzó un video.
Los primeros acordes de la noche sonaron a las 22:17 horas y el cielo se iluminó con fuegos artificiales. El show dio inicio.
Tan solo unos meses después de sus presentaciones individuales en el Palenque Vicente Fernández de la ciudad vecina de Gómez Palacio, donde incluso Julión recibió una propuesta de matrimonio por parte de una fan en su concierto del cinco de julio, ambos astros mexicanos estuvieron nuevamente frente a su público de La Laguna, quienes se dieron su “regalo adelantado” de Navidad al adquirir los boletos para verlos juntos, pero en esta ocasión del lado de Coahuila.
"Son de las últimas plazas que pisamos y de verdad (estamos) bien contentos, bien agradecidos", fueron de las primeras palabras que dirigió el oriundo de Chiapas a los presentes.
El concierto arrancó con La Frontera, aquella canción que el “Divo de Juárez”, Juan Gabriel, interpretó junto al “El Rey de la Taquilla” y J Balvin. Ahora “Alfredito” hizo mancuerna con Julión. Le siguió Seguramente, que originalmente Olivas canta solo.
Los dos tienen historia con el tema Pongámonos de acuerdo, ya que la compuso Alfredo y la grabó y produjo Julión. En esta ocasión, deleitaron al público interpretándola juntos. Las primeras dos horas, cada quien deleitó con sus respectivas canciones, intercalándolas con segmentos donde cantaban juntos.
Después de eso, sorprendieron al subirse a un escenario que se encontraba en medio del terreno de juego, desde donde quienes estaban en zonas como oro, plata, general y gradas pudieron verlos más de cerca. Inauguraron este espacio con El paciente. Desde las alturas también sonó El día de los muertos, acompañada, además de las voces al unísono de la multitud, de las luces de los celulares de varios presentes.
El repertorio de Alfredo incluyó El sillón, El problema, El vals del olvido, El precio de la soledad, En definitiva, Yo todo lo doy y Vete.
Por su parte, las canciones de Julión fueron Regalo de Dios, Lo tienes todo, Y así fue, Terrenal, Rey sin reina, Cero empatía, Y tú, Fuentes de Ortiz, Que te vaya bien, Como este cabrón y complació con uno de sus más recientes sencillos, Vibra perfecta, una canción muy romántica.
Algunos de los temas que compartieron en el escenario fueron: Con la novedad, El malo de Culiacán, Corazón mágico y Ojos verdes.
Bajo la premisa de que “si usted es un tanto persignado, es el momento de emprender la huida", Alfredo advirtió a las 12:35 de la madrugada del domingo ocho que el ambiente se tornaría en “la cantina más grande del país”, ya que “oficialmente” comenzaría Prófugos del Anexo. Durante este periodo, ambos se colocaron en la parte trasera de una estructura de camioneta.
El bloque que hizo bailar a todos incluyó La María y algunas cumbias que cantaron después de la 1:00 am, en honor a Tropicalísimo Apache.
Se despidieron con Amantes de media noche. A las 2:08 am abandonaron el entarimado principal y los fuegos artificiales se adueñaron nuevamente del cielo.
Cabe destacar que, ambos realizaron diferentes cambios de vestuarios durante toda la velada.