¿Qué son las islas de calor y qué impacto tienen en las regiones urbanas?
Las islas de calor urbanas, un fenómeno que incrementa las temperaturas en las ciudades en comparación con las zonas rurales circundantes, están afectando de manera significativa a regiones como Torreón. Este fenómeno se debe a la modificación del uso del suelo, donde el asfalto y el cemento absorben y retienen más calor que las áreas verdes y agrícolas, elevando las temperaturas urbanas.
Según Gustavo Ayala, doctor en ciencias atmosféricas, el fenómeno de las islas de calor urbanas se observó por primera vez en Londres en 1833. Desde entonces, ciudades como Phoenix, Arizona, han sido objeto de numerosos estudios debido a su clima desértico, similar al de Torreón.
"A pesar de estar en un desierto, Phoenix ha implementado políticas de mitigación exitosas que incluyen la plantación de más árboles y la modificación de materiales de construcción para reducir la absorción de calor", explica Ayala.
En Torreón, las temperaturas pueden alcanzar entre 42 y 45 grados durante varios días consecutivos. La reducción de áreas verdes y la sustitución de árboles por adornos de piedra y cemento han exacerbado el problema. Ayala señala que el contraste térmico entre las zonas urbanas y rurales puede ser de hasta 5 grados debido a la rápida absorción de calor por el asfalto.
"La falta de vegetación agrava el disconfort térmico, afectando no solo a las personas, sino también a la flora y fauna locales", añade.
Soluciones y ejemplos exitosos
Para mitigar los efectos de las islas de calor, Ayala sugiere varias estrategias basadas en estudios y políticas exitosas de otras ciudades.
"Plantando más árboles y creando techos verdes se puede reducir significativamente la temperatura urbana. Por ejemplo, en Phoenix, la plantación de árboles en avenidas principales ha demostrado ser efectiva para disminuir el impacto del calor", comenta.
Los estudios indican que los árboles pueden reducir la temperatura del aire en las ciudades hasta en 2 a 4 grados Celsius, gracias a la sombra y el proceso de evapotranspiración que proporcionan.
Además, la modificación de los materiales de construcción es crucial. "Cubrir edificios con materiales que no absorban tanto calor y pintar los techos de blanco pueden reducir la cantidad de energía absorbida", indica Ayala. Estas medidas no solo mejoran el confort térmico, sino que también tienen beneficios adicionales como una mayor captación de agua y un apoyo a los sistemas de polinización.
En cuanto a la percepción pública, Ayala destaca que muchas personas desconocen los términos y los impactos específicos de las islas de calor, aunque experimentan sus efectos diariamente. "Es fundamental que tanto el sector público como el privado inviertan en soluciones sostenibles. La iniciativa privada, en particular, puede desempeñar un papel importante al implementar proyectos como la plantación de árboles en estacionamientos y la creación de techos verdes", concluye.
La implementación de estas medidas en Torreón y otras ciudades afectadas podría aliviar el impacto del calor urbano, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y promoviendo un entorno más sostenible.