La para atleta mexicana compartió el podio en el Stade de France junto a la brasileña Elizabeth Rodrigues (i) y la uzbeka Nurkhon Kurbanova.
Con lágrimas, la paratleta Gloria Zarza vio subir la bandera de México a lo más alto del emblemático Stade de France, inmueble que -tras su actuación en la prueba de impulso de bala F54 y con las notas del Himno Nacional- se le rindió, en una jornada inolvidable para el deporte tricolor en los Juegos Paralímpicos 2024.
La mexiquense regaló la tan ansiada primera presea áurea de la delegación nacional en tierras galas. Recompensa a su esfuerzo y perseverancia, tras una larga carrera deportiva de dos décadas.
NO LE HACEN SOMBRA
Zarza, quien llegó a la pista con el antecedente de haber ganado la plata en Tokio 2020, se colocó en posición, respiró profundo, tomó impuso y lanzó la bala, alcanzando -en uno de sus seis intentos- una distancia de 8.06 metros, marca que fue imposible de batir.
Con el resultado en las manos y la bandera mexicana en la espalda, Gloria se dirigió a un extremo de la pista, en el que inmortalizó la tarde al hacer sonar la campana que se encuentra en el Stade France, tradición en la justa que la acreditó como campeona paralímpica.
"Fueron los minutos más largos de mi vida, dar la marca de ocho [metros] era estar en una buena posición. Me siento muy contenta, fue algo que había soñado. Tener la primera medalla de oro de la Selección Mexicana me hace muy feliz. No me quedé con nada, lo di todo hasta el último momento. El mayor rival era yo misma", mencionó.
EMOTIVA
Zarza agradeció el impulso y apoyo de su familia, quienes la han levantado -junto a su gran fe- para no darse por vencida ante los problemas deportivos y personales que cruzó el último año.
"Iba a tirar la toalla, pero el impuso familiar siempre estuvo conmigo, al igual que Dios. Mi hijo Carlos Alberto ha sido mi motor e inspiración, mis padres siempre han creído en mí", dijo.
HISTÓRICA PARA ATLETA
Originaria de San Miguel Zinacantepec, en el Estado de México, Gloria Zarza se ha convertido en una histórica del deporte mexicano.
Una trayectoria extensa, que le otorgó en tierras francesas el premio a su esfuerzo tras varias ediciones en los Juegos Paralímpicos de Paris 2024.
Luego de ser diagnosticada con secuelas de polio con luxación de cadera, la nacida en 1984 se sumó al deporte adaptado a los 28 años.
Con disciplinas como el basquetbol, lanzamiento de jabalina y bala, que le ha permitido convertirse en una referente.
Iniciando su camino en los Juegos Paralímpicos en Río 2016, edición en la que quedó en cuarto lugar, con esa experiencia su preparación mejoró y tuvo recompensa al ganar la medalla de plata en Tokio 2020.
La hoy medallista de oro recibió en 2021 por parte de las autoridades el Premio Estatal del Deporte.