Según el INEGI, 29.4 % de la población de 18 años y más nunca ha realizado deporte o ejercicio físico en su tiempo libre.
La vida moderna hace que la dopamina, comida, entretenimiento, educación y hasta la pareja se encuentren al alcance de un clic. Sin embargo, esto impulsa el sedentarismo y deteriora nuestra salud de manera exponencialmente inquietante.
El INEGI resalta que seis de cada diez personas en México no hacen ejercicio, lo que compromete de forma negativa su calidad de vida al envejecer.
'La venganza de los Sit' es un artículo científico que deja entrever cómo es que el sedentarismo afecta al cerebro y las funciones neuronales, lo que a su vez perjudica a la capacidad de aprendizaje y memoria.
El actual estilo de vida, podría estar cosechando venganza de la salud de nuestros cuerpos y cerebros. Esto se debe a que los cambios que ocurren en el cuerpo influyen de manera directa en la plasticidad del cerebro.
Según un artículo de Consuelo Doddoli de la UNAM, "el cerebro tiene la capacidad para reorganizarlas a lo largo de nuestra vida, generando nuevas redes neuronales en función de las nuevas experiencias o aprendizajes adquiridos", a esto se le llama plasticidad cerebral.
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Combate los estragos del estilo de vida sedentario¿Cómo afecta al cerebro el sedentarismo?
En 'La venganza de los Sit' los autores destacan que "irónicamente, en un mundo que reconoce los beneficios del ejercicio, la inactividad física caracteriza a las sociedades más industrializadas de la época moderna".
Las consecuencias del sedentarismo son evidentes:
¿Por qué la actividad física es una necesidad?
El punto de partida evolutivo del ser humano se desarrolló dentro de una sociedad de cazadores recolectores, donde la supervivencia requería de actividad física y un metabolismo adecuado para obtener energía necesaria.
Todo inició con el movimiento. Éste habría comenzado a desarrollarse con el objetivo de mejorar la forma de conseguir comida.
Al mismo tiempo, esto influyó en el desarrollo de la actividad nerviosa, y en consecuencia, influiría en el desarrollo de la capacidad para pensar e intentar controlar un cuerpo complejo para que consiga alimento de forma eficiente.
De esta forma, "moverse, pensar y metabolizar quedarían entrelazados para mejorar la capacidad de supervivencia del organismo". Así lo detalla Carolina Jefillysh, química bióloga y creadora de contenido. Entonces, la actividad física como necesidad evolutiva estaría programada en nuestros genes.
¿Qué sucede cuando haces actividad física?
De acuerdo con el artículo, algunos de los efectos del movimiento en el cerebro son los siguientes:
Genera nuevas neuronas
Correr también induce neurogénesis (creación de nuevas neuronas) la cual es crucial para preservar el aprendizaje y las funciones cognitivas relacionadas con la memoria.
Además, se ha demostrado que aumenta los niveles de la molécula llamada Factor Neurotrópico Derivado del Cerebro (BDNF).
Ésta es una neurotrofina, la cual pertenece una familia de proteínas que inducen la supervivencia, desarrollo y función de las neuronas.
La BDNF es fundamentalmente importante para el aprendizaje y la memoria, y sus niveles se incrementan cuando realizamos actividad física.
A medida que envejecemos, esta neurotrofina disminuye sus niveles, sin embargo, con actividad física podemos compensar esa disminución.
Activación del hipocampo
El hipocampo es una zona cerebral asociada al procesamiento de la memoria, conocimiento y los recuerdos.
Mejora la función cognitiva, eficiencia y atención
Clínic Barcelona detalla que una posible explicación es que "estimula la circulación sanguínea en los circuitos neuronales implicados en la función cognitiva".
Mejora el control de las emociones
Esto debido a que aumenta la producción de la serotonina, un neurotransmisor que se relaciona con el control de las emociones y el estado de ánimo.
Con el aumento de la serotonina, disminuyen los niveles de ansiedad, depresión, comportamientos psicóticos y dolores de cabeza.
Otros beneficios
Aparecen otras ventajas de acuerdo con Clínic Barcelona, ya que mejora la confianza, asertividad, imagen corporal y la satisfacción sexual.
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La memoria se debilita a causa del estrés oxidativoLa dieta también influye
'La venganza de los Sit' abarca la necesidad de cuidar la alimentación en conjunto con la actividad física.
Destaca que una ingesta excesiva de energía se asocia con mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.
Además, las personas que poseen una alimentación baja en calorías y grasas, tienen un riesgo significativamente menor de adquirir enfermedades neurodegenerativas.
Moisés Maimónides fue un médico del siglo XII que sentó las bases para la restricción dietética a fin de mantener la salud del cuerpo y el cerebro.
Enfatizó que es esencial no comer hasta que el estómago esté totalmente lleno, sino, hasta que esté lleno en tres cuartas partes.
La restricción calórica debe aplicarse de acuerdo a condiciones de salud individuales, ya que sus beneficios dependen de factores como la edad, obesidad, patrones de ayuno, ingesta calórica total e ingesta de nutrientes.
¿Qué comer?
Los ácidos grasos Omega-3, aceites principales del pescado, aumentan el BDNF, mejoran la función cognitiva y reducen el estrés oxidativo.
Por ello, se recomienda el consumo de pescado para disminuir el deterioro cognitivo.
La vitamina E también es beneficiosa para la salud cerebral, ya que funge como antioxidante que elimina los radicales libres que pueden dañar las células.
Otros de los alimentos que sobresalen son los arándanos azules. Descubre cómo los arándanos favorecen la salud de tus neuronas a mayor profundidad.
La química bióloga destaca los siguientes alimentos:
Almendras
Avellanas
Semillas de girasol
Cacahuates
Hojas de betabel
Col rizada
Espinacas
Calabazas
Pimiento rojo
Espárragos
Mango
Aguacate
Sazonador curry amarillo
